miércoles, 14 de septiembre de 2011

"MIENTRAS DUERMES" DE ALBERTO MARINI












Mientras duermes, Cillian está a tu lado. Es el portero de tu casa y no es precisamente una buena persona. Mientras duermes, Cillian tiene las llave de tu apartamento… y una razón para estar cerca de ti.

Bienvenidos al inquietante libro de Alberto Marini, la novela de la película homónima de Jaume Balagueró, protagonizada por Luis Tosar y Marta Etura, y de la que Alberto Marini es guionista y productor ejecutivo

Cillian, portero de un edifi cio de Nueva York, disfruta hundiendo las vidas de las personas que le rodean. Clara, la vecina del 5B, es su próximo objetivo y no parará hasta destrozar su existencia. Cada mañana Cillian juega a lo que él llama «la ruleta rusa»: pone su vida en el abismo, buscando una razón para vivir un día más. Es incapaz de ser feliz y su único consuelo es impedir que también los demás lo sean.


Clara es su antítesis: una mujer alegre, a gusto consigo misma, que responde con una sonrisa a todo lo que le ofrece la vida. Su indestructible vitalidad desquicia a Cillian, que llevará al extremo su juego.

Un juego más difícil de lo que él nunca había imaginado…

Mientras duermes ocurren muchas cosas desagradables en el mundo. Lo que no esperas es que te ocurran a ti. Tu casa, tu apartamento, tu dormitorio son lugares donde te sientes seguro, donde bajas la guardia… porque el peligro está al otro lado de la puerta.

O, por lo menos, así debería ser. Mientras Duermes, Cillian tiene las llaves de todos los apartamentos del edificio…

¿Estás seguro de que vives solo?

Alberto Marini, nacido en Turín en 1972, es licenciado en Derecho y tiene un posgrado en administración de proyectos audiovisuales. Ha trabajado como director de desarrollo de la productora audiovisual Filmax, y posteriormente de productor ejecutivo del grupo, en títulos como la franquicia de terror [REC] de Jaume Balagueró y Paco Plaza, o The Way de Emilio Estévez. En 2010 fundó la productora Rebelión Terrestre Film.

En cuanto a sus colaboraciones en la escritura cinematográfica, Alberto ha sido consultor de guión de El Lobo de Miguel Courtois, Fragile de Jaume Balagueró, Caja Kovak de Daniel Monzón entre otros títulos. Es coautor de los largometrajes Romasanta dirigido por Paco Plaza y Para entrar a vivir de Jaume Balagueró.

Mientras duermes es su primera novela y será publicada en otros cinco países. Marini también es guionista y productor ejecutivo de la adaptación cinematográfica homónima, producida por Filmax, que protagonizan Marta Etura y Luis Tosar y dirige Jaume Balagueró.

Jaume Balagueró explica así el proceso de gestación paralelo de la novela y la película en el prólogo del libro: «Primero fue un guión (…). Desde el primer momento me fascinó aquella historia perversa y retorcida, tan brillantemente tejida que era capaz de envolverte en su tela de maldad sin que te dieras cuenta (…). Pero el material de partida era demasiado vasto para las posibilidades de la película. La Nueva York original acabó siendo sustituida por una Barcelona más cercana más cómoda para la producción y el rodaje de la película. Eso nos obligó a modifi car algunos personajes y suprimir otros, variar algunas tramas, adaptar el entorno y los hábitos (…). Pero muchos de los elementos de los que acabamos prescindiendo eran extraordinarios y brillantes. Y aquel proceso empezó a resultar frustrante y doloroso (…). Así que la idea de una novela surgió entonces. El germen brillantísimo que habitaba la mente de Alberto Marini seguiría creciendo y alumbraría esta novela que tienes entre las manos, que agranda el universo del aquel guión y la película que generó, lo enriquece, crea nuevos matices y caminos, nuevas y sutilísimas tramas. Una novela que es, tal vez sin quererlo, lo que la película nunca podría alcanzar a ser»


martes, 13 de septiembre de 2011

Anotaciones

"Diez mujeres" de Marcela Serrano


«Para recuperarse, todo sobreviviente necesita ser capaz de hacerse cargo de sus recuerdos.

Y para eso necesita a los otros.»




Última novela de una de las voces más interesantes de América Latina, intérprete y portavoz literaria del difícil mundo de la mujer actual.


Nueve mujeres, muy distintas entre sí y que nunca se han visto antes, se reúnen a las afueras de Santiago de Chile para compartir sus historias. Dan voz a sus conflictos delante de la décima protagonista, su terapeuta, que ha decidido reunirlas en la convicción de que las heridas empiezan a sanar en la medida en que se liberan de las cadenas del silencio y se dejan llevar por la catarsis de la palabra hablada.


No importa el origen ni la extracción social, tampoco la edad o la profesión, al final por un motivo u otro todas acarrean sobre sus hombros el peso del miedo, la soledad, las dudas, las inseguridades. A veces ante un pasado que no puede dejarse atrás; otras, ante un presente que no se parece a lo que habrían deseado, o un futuro que asusta por el vacío que encierra. Se enfrentan a cargas autoimpuestas o socialmente aceptadas, y no hay otro modo de deshacerse de ellas que tomando las riendas, conscientes de que aun en pleno abismo al final vence el coraje y en esa lucha por hallarlo no tienen por qué estar solas.


Cada capítulo una historia narrada en primera persona, con muy distintos registros reflejo de la edad, la educación y la clase social de cada una de ellas:


Francisca: a sus cuarenta y dos años es la paciente más antigua de Natasha, y acude a terapia porque necesita dejar atrás el odio que siente hacia su madre —que los abandonó a ella y a su padre— y que acostumbra a volver contra sí misma. Para avanzar, necesita superar el trauma que nace del carácter difícil de su madre y pasar página, pero cómo lograrlo rendida ante una vida que no la llena y la atrapa en «la parálisis», como ella lo llama.


Mané: la más anciana de las diez, con setenta y cinco años Mané ya no es la preciosa jovencita que triunfaba sobre los escenarios. Vivió bien, cierto: tuvo un gran amor y disfrutó la vida... pero la muerte de su marido, el Rucio, la llevó a un declive del que al fin, y gracias a Natasha, va saliendo poco a poco, aunque aún le cuesta enfrentarse al deterioro físico que llega de la mano de la vejez.


Juana: alegre, directa, Juana no es de esas que se rinden al primer contratiempo. No lo hizo cuando su madre cayó enferma y se volvió tan dependiente de ella. Corría más para llegar pronto de la peluquería donde trabaja y listo, pero ahora es su hija adolescente quien parece atravesar una depresión profunda —trastorno bipolar, diagnosticaron— y ella, madre soltera como su propia madre, tiene que vérselas con un problema que le roba no ya tiempo sino fuerzas.


Simona: se define como feminista e izquierdista: «La mía es una historia muy trillada. Niña-bien-rebelde-abandona-clase-social-para-hacer-la-revolución». Divorciada y madre de dos hijas de distintos padres, piensa que los hombres no son sino objetos simbólicos —«y, créanme, se puede vivir sin tal emblema»—. Recién superados los sesenta años, tras dejar a su segunda pareja Simona vive sola en un pueblo costero, y disfruta de su soledad.


Layla: periodista de raíces árabes, asiste a terapia para tratar de superar el trauma de una violación sufrida en Gaza y a resultas de la cual dio a luz a un niño rubio y de ojos claros a quien no consigue amar. Encerrada en el dolor, se aferró a la bebida y se enredó en la trampa de mentiras que rodean el alcoholismo.


Luisa: de origen campesino, a sus sesenta y siete años Luisa no comprende los problemas de las mujeres ricas. Los suyos son muy distintos y vienen marcados por la pobreza y por la brecha que abrió en su vida la desaparición de su esposo Carlos poco después del golpe de Pinochet. Entonces no supo a quién dirigirse, y durante años no compartió con nadie su pena. La terapia le ayuda a salir de su dolor y a contarle la verdadera historia de la desaparición de Carlos a sus hijos, a los que hizo creer que su padre se fue de casa.


Guadalupe: a su familia acomodada y liberal les supuso un trauma el hecho de que Lupe, como todos la llaman, «saliera del armario». Ella, que con diecinueve años no tiene el menor problema con su sexualidad, no lleva tan bien que traten de encarrilarla por donde no quiere, aunque aprovecha las horas de terapia con Natasha para hablar de su miedo a no ser aceptada.


Andrea: casada y con dos hijos, Andrea es una triunfadora, o eso pensarían muchos: con cuarenta y tres años, es ya una periodista televisiva de éxito, que posee belleza, riqueza y poder. Pero un día descubre que está enojada contra todo y no sabe por qué, de modo que decide escaparse al desierto de Atacama y allí pone en duda toda su existencia. Una crisis de ansiedad muy fuerte le hace volver sin acabar de resolver sus dudas vitales.


Ana Rosa: terriblemente insegura, dice de ella misma que es «un ser insustancial», aunque hay mucho más tras tan duro juicio. Para empezar, las violaciones constantes de su abuelo, un hombre al que adoraba; también la repentina muerte de sus padres en un accidente de tráfico, cuando ella tenía quince años, y que la dejó a cargo de su hermano menor. Durante mucho tiempo ocultó a los demás y a sí misma los abusos a los que fue sometida, pero cuando descubre que los niños le producen la tentación de maltratarlos, se somete a terapia para librarse de esos impulsos y de la convicción de que ella misma es una mujer mala.


Natasha: la décima mujer, la terapeuta, es la catalizadora, el hilo conductor de cada relato. En el último capítulo será su asistente quien nos cuente su historia —de origen ruso y judío, ha pasado toda su vida buscando a una medio hermana, Hanna, cinco años mayor que ella, e hija de la amante de su padre, una rusa blanca que salvó a la familia de Natasha del confinamiento en el gueto judío—. Es ella quien se despide de las nueve mujeres: llegó el momento de que vuelen solas.


Diez mujeres despliega un caleidoscopio de problemáticas femeninas actuales, desde la vejez al abandono o a la asunción del lesbianismo, pasando por los clásicos problemas de roles —ser hija, ser madre, ser esposa—. El fondo de la novela se basa en la convicción de su autora de que las heridas empiezan a sanar en la medida en que se comparten.


Reflexión sobre la condición femenina: en el eje central de Diez mujeres, la defensa de la mujer en su condición de tal, pero también como amante, esposa, madre, amiga y parte de un sistema laboral que tantas veces le da la espalda. A través de esta obra, se ponen sobre el tapete temores, angustias, desengaños, fracasos... aunque también esperanzas, amores y éxitos.


La fuerza de la mujer: para superar un obstáculo tras otro. A veces el que marca el paso del tiempo; otras, la imposibilidad de hacer frente a una decisión equivocada, a un matrimonio que no llena, a una vida que en los diez casos pide de sus protagonistas más de lo que se ven capaces de resistir. Y aun así lo hacen. Un elogio a la capacidad de resistencia de las mujeres y a su coraje ante las adversidades.


La soledad: no importa la edad, la clase social o el aparente éxito. Cada uno de los testimonios de las diez mujeres se acerca a un sentimiento de soledad desde distintos ángulos con un vértice común: la sensación de que hay algo que se escapa entre los dedos —la vida, la juventud, la esperanza, la capacidad de amar...— y no hay nadie capaz de mitigar esa dolorosa sensación de pérdida.


El grupo: «Quienes te sacan de las crisis importantes y quienes realmente se meten en el alma tuya para ayudarte son las otras mujeres. Entonces, yo siento que —y esto se lo digo mucho a las chiquillas más jóvenes, que todavía están en la competencia— en el momento en que cambian eso por hermandad empieza una nueva vida, de verdad», afirmó Marcela Serrano años atrás en una entrevista en Radio El Espectador (Uruguay). Quizá sea ése el germen de Diez mujeres: un mensaje de esperanza, de confianza, un arma contra la soledad en ese andar siempre hacia adelante.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Anotaciones





Berenice publicará la única novela inédita en castellano de Terenci Moix.


Este próximo otoño, la editorial Berenice publicará por primera vez en castellano la novela de Terenci MoixSadístico, esperpéntico e incluso metafísico, traducida del catalán por el escritor Juan Bonilla. Según su director editorial, David González Romero, la novela es una historia de amor típicamente moixiana y tiene todos los ingredientes de la novelística de este autor. “Se puede considerar la novela perdida del famosísimo autor catalán, uno de los escritores más populares y vendidos de la literatura española”.

El traductor de la obra desde el catalán ha sido el conocido escritor Juan Bonilla, que a la sazón publicará por las mismas fechas una biografía de Moix en otro sello editorial. Según Bonilla, la novela “contiene el mejor Moix en estado puro. Quizás Sadístico, esperpéntico e incluso metafísico no sea la obra cumbre de Moix, pero sin duda contiene el mejor Moix en estado puro. Y eso es más que suficiente para celebrar que treinta y cinco años después de aparecida su única edición, por fin se traduzca al castellano”.

En Sadístico, esperpéntico e incluso metafísicoaparece el típico héroe moixiano, joven romántico empedernido, hijo de buena familia, culto y muy atractivo pero solo, triste e incomprendido, embriagado por la belleza pero, por efecto de una educación deformadora, incapaz de disfrutarla, sólo capaz de convertirla en su propia condena.

Entre sus líneas incluye todas las particularidades del universo erótico y autobiográfico que marcaron se verdadera personalidad, moldeada por las consecuencias de una visión atormentada del erotismo, una educación familiar y religiosa deformante, su homosexualidad y el amor hacia la mitología histórica.

Moix aporta todas sus claves mitológicas e históricas en esta original obra al hacer continuas referencias al cine y el espectáculo, en especial el mundo del teatro, a la mitología pagana y a la iconografía cristiana. Sadístico, esperpéntico e incluso metafísico contiene además una circunstancia histórica perfectamente conocida por los lectores de Moix, la de la generación de posguerra barcelonesa, en definitiva, el paisaje deformante de la Barcelona de los años cincuenta, que alterna con otras localizaciones típicas dentro de su narrativa, como Grecia o su amada Italia.

Estos escenarios le permiten la liberación y el escapismo para desarrollar una tensa historia de amor que empieza como una broma llena de gestos sádicos y tragicómicos, tras la estancia en Italia de su protagonista y, especialmente a través de un viaje a Grecia, donde se produce el desenlace dramático de la obra.

Aunque obtuvo el Premio Joan Estelrich en 1976 y vio la luz en catalán ese mismo año, el propio Moix nunca acometió la versión en castellano de este volumen, como hizo con el resto de su obra en catalán, y la dejó como una “rara avis” de su obra. Según Bonilla, esta novela prefigura su gran obra, El sexo de los ángeles, “que seguramente estuvo escribiendo al mismo tiempo”, y cuya versión catalana levantó ampollas en la sociedad barcelonesa.

De sus novelas es la única que nunca fue traducida al castellano. Pueden ser varias las razones para que la novela fuera condenada a esa única edición: en primer lugar su poco éxito de crítica y público –a pesar de que Moix dice en el prólogo de su novela que ésta sería recibida con escándalo, la verdad es que no fue así: quizá la época ya estaba muy madura para escandalizarse, o quizás Moix había agotado su capacidad para escandalizar-; en segundo lugar, una posible insatisfacción del propio autor por los resultados alcanzados; en tercer lugar el distanciamiento de la creación en catalán que le llevaría a escribir sus siguientes novelas en castellano –excepción hecha de la aludida El Sexo de los ángeles.

Sea como fuere, la novela quedó ahí como un extraño libro en la bibliografía de Moix, no por sus métodos narrativos o su historia, sino por el hecho de que son muy pocos los libros de este autor que se hubieron de conformar con una primera edición. Bonilla, en su nota de traductor afirma: “Como bien se sabe Moix era un obseso de las correcciones. Nunca daba por definitivo el texto de casi ninguna obra suya, por más que algunas de ellas se publicasen con el engañoso marbete de Edición Definitiva. Es más que seguro que si Moix hubiera podido echar mano al texto original de su novela para ponerlo en castellano, hubiera introducido innumerables cambios, como de hecho hizo con las traducciones de todas sus novelas catalanas. Dada esa imposibilidad no ha habido más remedio que traducir el texto de la edición original tratando de no mancharlo con notas a pie de página.”

La novela, si hemos de hacer caso a las fechas que le impuso Moix, fue comenzada en marzo de 1967. Moix era un escritor torrencial que ponía en marcha, con frecuencia, varios proyectos que después dejaba aparcados esperando el momento de retomarlos. Así le pasó con la que, según Bonilla, “sin lugar a dudas, es su gran novela: El sexo de los ángeles.

“Sadístico, esperpéntico e incluso metafísicodebió retomarla en un momento en el que, por razones sentimentales, se había apartado de la narrativa para entregarse casi por completo al teatro –como traductor, como director, como autor- y, de vez en cuando, al periodismo”, afirma Bonilla. Según González Romero, el editor de la obra, esas mismas razones sentimentales pudieron influir en que arrinconara esta novela.

Moix fue el autor nacional más vendido en España y un personaje del mundo del espectáculo, pero también fue un excelente escritor con una obra inicial muy sorprendente que volvió a explotar en su afamada trilogía autobiográfica El peso de la paja.

Ramón Moix Messeguer (Barcelona, 1942-2003) se convirtió, como Terenci Moix, en uno de los escritores más leídos de la literatura española tras la publicación de No digas que fue un sueño(Premio Planeta 1986), con más de un millón de ejemplares, dándole continuación en El sueño de Alejandría (1988). A partir de ahí sus libros son auténticos bestseller y él se convierte en un personaje de la cultura y el espectáculo en España.



IV FESTIVAL INTERNACIONAL DE LAS ARTES EN ARENAS DE SAN PEDRO



Gracias a la Memoria se da en los hombres lo que se llama la Experiencia (Aristóteles). Ella mantiene vivo el pasado y permite anticipar el porvenir: ¡ay de los pueblos que olvidan, pues se verán obligados a repetir!
Para recrear este concepto que tanto engloba las Memorias personales como las colectivas, y celebrar una común Identidad Europea, se han dado cita 83 artistas de cuatro continentes en el IV FESTIVAL INTERNACIONAL DE LAS ARTES EN ARENAS DE SAN PEDRO que organiza el Ayuntamiento de dicha localidad.

El escenario es el incomparable Palacio de la Mosquera, que desde su apertura en el siglo XVIII albergó a creadores de la talla del Goya o Boccherini, y se consolida ahora como Centro Experimental de las Artes, de obligada referencia por sus proyectos en la línea de las vanguardias europeas.
Este espacio descentralizado, con fuerte participación y repercusión internacional, viene proponiendo año tras año una oferta cultural interactiva, que atrae a un público creciente no sólo de la región, sino peninsular y extranjero, ávido de nuevas emociones estéticas de calidad.

Así, en consonancia con las últimas tendencias que aconsejan diversificar la oferta de ocio, a las fuentes naturales de atractivo turístico se suman las culturales, que revitalizan el tradicional verano del Parque Natural de Gredos. Se afianza de este modo la importancia de Arenas de San Pedro como resorte vacacional de primer orden dentro del panorama nacional.

Cabe destacar, que semejante calidad de oferta cultural, sólo comparable a la de destinos turísticos dotados de cuantiosos presupuestos, sólo puede darse en un municipio pequeño y carente de recursos, gracias a la colabora­ción desinteresada de los artistas que encuentran en el Palacio unos espacios únicos para la experimentación y la exploración, dentro del marco de un Festival de incipiente consolidación en el panorama artístico europeo.

Al visitante le esperan 5.000 m² llenos de arte: un verdadero hervidero de ideas, colores, formas, aprendizajes y sensaciones. En la parte rehabilitada del Palacio están entrando en un diálogo las obras de 19 artistas mujeres de 12 países europeos, una exposición itinerante de la Inselgalerie de Berlín que se ve por primera vez en España.

En la parte no rehabilitada del edificio, 64 artistas de 14 países han aceptado el difícil reto de elaborar instalaciones sobre el tema de la memoria: La memoria personal, colectiva, cultural, cibernética, poética, táctil, musical, olfativa, interior, histórica, así como la pérdida de la memoria.
Pero sobre todo nos encontramos con obras que nos hablan de la memoria y la historia del edificio que alberga la exposición. El Palacio de la Mosquera del Infante D. Luis. Éste, en principio, fue uno de los centros de la Ilustración en España y laboratorio de las artes. Más tarde fue ocupado por las tropas napoleónicas y en el siglo XX tuvo varios usos: fue hotel, hospital durante la guerra civil, seminario del obispado de Ávila y sede de un colegio. Muchos temas significativos, muchos personajes sugerentes y muchas historias curiosas y cotidianas que se reflejan en las obras de la exposición y que así permanecen en nuestra memoria.

Con este mismo objetivo se integra por primera vez en el Festival Internacional de las Artes una sección de grabados históricos, editados por la Real y Excelentísima Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País que lleva el título “Las Ruinas de Zaragoza en 1808 o Recuerdos de la Guerra de la Independencia”. Está ligada a la historia del Palacio, dado que las tropas napoleónicas ocuparon también el Palacio de la Mosquera que fue uno de sus importantes “cuarteles” durante el tiempo de la invasión francesa.

HORARIO SEPTIEMBRE Y OCTUBRE: viernes de 18 a 21 h. – sábados de de 11 a 14 h. y de 18 a 21 h. – domingos de 11 a 14 h.

Las exposiciones permanecerán abiertas hasta el 16 de octubre de 2011.

Contacto y entrevistas: 672 23 64 40
www.arenasdesanpedro.es

19 participantes en ”Identidad Europea” de Dinamarca, Polonia, Islandia, Inglaterra, Austria, España, Estonia, Alemania, Países Bajos, Rumania, Turquía e Italia.

64 participantes en ”MemoriaS” de todas partes de España, de Australia, India, Corea del Sur, Taiwán, Argentina, Perú, Chile, Cuba, México, Italia, Francia, Inglaterra y Alemania.