Un viejo libro comprado por internet esconde sorprendentes enigmas. Siete castillos unidos por un vínculo secreto. Un mensaje oculto espera para ser descifrado.
Silvia, gran apasionada de los libros, trabaja como restauradora en la Biblioteca Nacional de Madrid, pero está cansada de su rutinaria vida y desea que todo cambie.
Una noche descubre en un manuscrito comprado en internet, unos enigmáticos textos acompañados de unos extraños símbolos cuyo significado desconoce. ¿Qué ocultan estos símbolos? ¿A dónde lleva la resolución de esos enigmas? Estas y otras preguntas las irá respondiendo con la ayuda de Alex, un especialista en arte medieval y experto en castillos.
Oscuros y peligrosos personajes vigilan todos sus pasos, un profesional del robo de obras de arte, una misteriosa mujer, un magnate dispuesto a cualquier cosa para descifrar el secreto… Nada es lo que parece y un misterio ancestral está en juego.
El escalón 33 es un viaje por la historia medieval y los castillos de España, ambientado en una atmósfera inquietante y enigmática. Un thriller original, alejado de arquetipos, que innova el género y propone una aventura tan misteriosa como fascinante.
¿Por qué afirmo que es un thriller? Porque tiene elementos de novela de intriga con elementos históricos como El Código da Vincci, El espejo negro o La llave maestra. El autor persigue que el argumento sea creíble, de ahí la ausencia de elementos fantásticos o irreales, por lo que toda la historia es verosímil. En el último tramo de la novela va un poco más allá, pero siempre intentando que todos los elementos y acciones sean creíbles. Esa es la clave: todo es real, por tanto, todo puede suceder.
Así mismo, mis autores de referencia como pueden ser Alicia Giménez Bartlett, Lorenzo Silva o Domingo Miral, han marcado en el lector un ritmo expectante, atento a cuanto pueda suceder al pasar la página, no en vano hay que resolver varios enigmas.
También encontramos algunos elementos que podrían catalogarla como novela gótica: personajes sombríos o ambientes sombríos, muy en la estela de La sombra del viento con una trama de misterio.
En esta novela, la simbología, el Románico y los castillos son la clave, ya que el autor Luis Zueco es investigador medieval, especializado en fortificaciones.
Esta obra mezcla elementos de intriga e historia, atrapando al lector en un relato lleno de suspense, donde se recrean ambientes inquietantes, grandes retratos psicológicos y complejos enigmas. Con un estilo cinematográfico ágil y atractivo para cualquier lector.
La novela está dividida en tres partes. La primera está básicamente localizada en Madrid, la segunda es un viaje constante por castillos de España y la tercera tiene varias ambientaciones, pero sobretodo destaca el escenario final en una fortaleza de Teruel.
La acción se inicia cuando Silvia Rubio, una joven con una vida algo desorganizada que vive en Madrid, compra un libro del s.XIX. Pronto descubre que para sus cubiertas se utilizaron textos anteriores, entre ellos un extraño manuscrito del s. XIX con siete símbolos y seis descripciones escritas en forma de enigmas, que parecen hacer referencia a castillos. Silvia empieza a tener extraños presentimientos desde ese mismo momento. Esta primera partes e localiza en Madrid, en lugares emblemáticos como la Biblioteca Nacional, el Pabellón del Espejo, Lavapiés o La Latina. Al mismo tiempo hay una trama secundaria, relacionada con la primera, en la que nos encontramos con un ladrón de obras de arte, un oscuro aristócrata y una joven que trabaja para este último. Esta trama es más oscura, con mayor carga psicológica y diálogos más complejos e impactantes, en ella se dan muchas pistas, pero sobre todo se plantean preguntas, de manera que el lector tenga la necesidad de seguir leyendo. Si bien el personaje principal Silvia, nos hace partícipes de escenarios singulares como la terraza del Círculo de Bellas Artes, nos introduce en sus devaneos amorosos con Alex también nos lleva hacia otros personajes clave como el inspector Torralba o Santos, el desaparecido Blas o el mismísimo Alfred Llull.
La trama secundaria, aunque tiene menos capítulos y éstos son más cortos, es más misteriosa y sombría. Presenta a un profesional de los robos en bibliotecas y museos que es contratado por Alfred Llull, un aristócrata terriblemente persuasivo. La tensión entre ambos es palpable a lo largo de toda la novela. Para que sus encuentros ganen protagonismo siempre acontecen en lugares muy carismáticos: el Hotel Palace, el Valle de los Caídos, el Hipódromo de Madrid o la estatua del Ángel Caído en el Parque del Retiro. Conforme avanza esta trama, aparece un personaje que gana en importancia a lo largo del relato, una mujer llamada Margot. Trabaja también para el aristócrata, pero o comparte todas sus ideas, no es de extrañar que finalmente sea ella quien una las dos tramas en un momento crítico de la historia.
Pero justo antes de llegar a este punto, da comienzo la segunda parte de la novela, que transcurre en un ir y venir de Silvia y Alex recorriendo castillos medievales por media España: Toledo, Ciudad Real, Cáceres, Huesca, Valencia, Castellón o La Rioja, resolviendo enigmas y buscando los símbolos del manuscrito en forma de marcas de cantero ocultas en los muros de las fortalezas. Pero, azuzada por Llull, Silvia acaba traicionando a su compañero, esta jugada hace que Margot cambie su posición en el tablero y se pone del lado de Alex. La policía también entra definitivamente en juego y todo se complica aún más con un viaje a Portugal para visitar el que parece ser el último castillo.
En la tercera y última parte, la acción no da tregua. En el manuscrito aparecen siete símbolos y seis descripciones de castillos, ya han averiguado cuales eran todas las fortalezas, las han visitado y han encontrado una marca de cantero para cada símbolo. Queda un símbolo sin saber donde se encuentra, por lo que forzosamente hay un castillo más, para el que no hay descripción. Alex hallará la clave: todos los castillos anteriores pertenecen a órdenes militares diferentes, la única que falta por aparecer es la orden de San Juan. Por lo que buscan un castillo de esta orden donde aparezca esa marca y sea sanjuanista.
En él se encuentran Alex y Margot, Alfred y Edgar Svak, el ladrón de libros, Silvia y el inspector Torralba, responsable de la Brigada de Patrimonio Histórico, … el desenlace final es la parte más violenta de la novela ya que se producen varios enfrentamientos que sorprenderán al lector.
Finalmente es Alex Aperte quien realiza el viaje iniciático por la escalera y no Alfred Llull, ya que este último y Silvia mueren, mientras que Margot y Edgar consiguen huir, éste último se lleva consigo el manuscrito.
Nos encontramos ante una obra escrita con un estilo ágil, con mucho ritmo, sobre todo en la segunda y tercera parte, siendo una descripción muy cinematográfica. La técnica narrativa es de novela río, con muchos personajes, siendo el punto de vista de cada uno de ellos uno de los enfoques de la historia.
El aspecto más innovador del libro, sin duda, es la trama en torno a las marcas de cantero, un elemento habitual en la arquitectura medieval, pero que nos e tuvieron en cuenta hasta el s. XIX, llegándose incluso a repicar creyéndose que eran “grafitis” modernos. Si bien son muchas las teorías al respecto, la más extendida es la que servían para contabilizar los bloques de piedra y colocarlos en su posición natural, tal y como habían sido extraídos. Pero la complejidad de algunos de ellos y su simbología, sumada al hecho de que solo se usaban en determinadas construcciones, nos hacen creer que tenían otra función. Podría tratarse de un secreto sistema de comunicación, mostrando un mensaje solo visible para aquellos iniciados en el mismo. Por desgracia, ese saber antiguo se perdió.
Siguiendo la estela de novelas históricas ambientadas en la Edad Media y sus misterios, El escalón 33, es un viaje por algunas de las más grandes fortalezas de España, conociendo sus secretos. Siendo la primera novela de misterio ambientada en ellos. Apareciendo hasta siete órdenes militares diferentes, explicando sus orígenes y uno de sus castillos emblemáticos.
También nos sirve como guía de viajes de la ciudad de Madrid, ya que aparecen rincones con encanto, lugares curiosos, bares y restaurantes, sociedades culturales, edificios singulares, etc …todos estos escenarios enriquecen la novela de tal forma que se convierten en un personaje más de la misma.
Lamentablemente, los ladrones de arte todavía existen en nuestros días, gente sin escrúpulos capaces de llevar a cabo los robos más sonados, sin importarles las consecuencias, tratándose de un tema de rabiosa actualidad, solo debemos recordar la desaparición del Códice Calixtino en Santiago de Compostela.
La escalera y sus símbolos existen. La primera de ellas está situada en el castillo de Mora de Rubielos en Teruel. La leyenda sobre ella y el rito iniciático es conocida. Las descripciones de los castillos son reales y los enigmas están basados en hechos históricos.
¿Te atreves a descubrirlos de la mano de Luis Zueco? Promete ser un itinerario lleno de sorpresas y retos.
Menos mal que ya he leído el libro porque cuentas demasiado y desvelas puntos que deberían ser descubiertos por el lector. Por lo demás un muy buen libro
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